Las luces LED se han vuelto importante a la hora de iluminar nuestros espacios. Este tipo de luces ahorran hasta un 90% más de energía que una bombilla tradicional, también son más duraderas. Pero es importante destacar que para poder aprovechar al máximo estas luces, una instalación correcta influye mucho en el ahorro de esta.
Componentes no compatibles:
Esto puede provocar un rendimiento deficiente, parpadeos o incluso daños en las luminarias. Tener en cuenta siempre de que todos los componentes, incluidos los controladores y los accesorios de montaje, sean compatibles con sus luces LED.
Controladores de baja calidad:
Estos componentes regulan la corriente eléctrica que llega a las luces. Si un controlador es defectuoso o de baja calidad, puede causar parpadeos o brillo irregular. Es importante que los controladores sean de alta calidad para evitar estos problemas.
Problemas de cableado:
Los errores de cableado al instalarlos, como conexiones incorrectas, cables sueltos o conductores expuestos pueden provocar cortocircuitos, parpadeos o fallos totales del sistema de iluminación.
Problemas de voltaje:
Un voltaje excesivo puede provocar que las luces se quemen, mientras que un voltaje bajo puede provocar una iluminación tenue o parpadeo. Para eso es necesario estabilizadores de voltaje o protectores de sobretensión para regular el voltaje y proteger las luces LED de daños.
Problemas de disipación de calor:
Instalar luces LED en lugares con poca ventilación o altas temperaturas, puede reducir su vida útil.
Es importante asegurarse de que las luces LED tengan suficiente espacio para la disipación de calor y considera el uso de disipadores de calor adicionales si es necesario.
Una instalación correcta es clave para maximizar la eficiencia y la durabilidad las luces LED. La mejor manera de evitar errores comunes en la instalación es confiar la tarea a un electricista certificado y con experiencia. Este instalará correctamente su sistema de iluminación para que funcione eficazmente.
